Nace una marca


8 mayo, 2023


Corría marzo de 2003, cuando encomendamos al Oso Osovnikar (en aquel entonces nuestro diseñador) que nos proponga un logo para una maratón de montaña de 42K (que locura!!!). A los pocos días nos reunió a Jorge, Rody y a mi en la oficina del 10° piso de Calle San Martín en Neuquen “aquí está”!!!. La respuesta casi unánime “Todo muy lindo, pero está al revés… es 42k, no K42″.  

Recuerdo su decepción…”me pareció mas potente anteponer la K; como un arma, como algo fuerte, desafiante como la montaña” nos dijo. Las miradas se cruzaron y no hizo falta mayor argumento. Llevo muchos años en esto y no tengo en mi memoria haber visto antes a alguien que refiera al maratón empleando la K antes que el número, un Oso atrevido lo hizo. Ese fue nuestro sello, nuestra marca, y así con el tiempo comenzó a ser de uso común por muchos.

No fue producto de un plan de marketing, ni de un análisis sociológico, fue pura percepción humana…

Años después, ya casi en 2020, un comprador casual visitaba una tienda hogareña de venta de ropa de diseño en Villa Crespo (Buenos Aires). Toca el timbre, gira su cabeza y observa con asombro a sus espaldas una lona con un el logo K42 impreso protegiendo unas plantas de la helada… era el Oso en casa de mis hijos sin saber siquiera quienes eran. Fue el reencuentro del “creador” con su “obra”, los buenos recuerdos lo recorrieron, la anécdota fue en ese momento más importante que su compra.